En medio del caos que enfrentan hospitales y clínicas del país por el desabasto de medicinas relacionado con la nueva estrategia de compras del gobierno federal, las familias de la Ciudad de México, Guadalajara, Aguascalientes y Sonora, entre otras localidades, enfrentan un repunte en el precio de medicamentos, sobre todo en antibióticos, analgésicos y material de curación.
Ubicada al sur de Sonora, Esperanza es la ciudad del país donde más subieron, 4.3% en la primera mitad de enero frente a la segunda quincena de diciembre pasado, indica una muestra de 14 tipos de medicamentos que vigila el Inegi.
De todo el país, en esta población fue donde más se encarecieron los antibióticos y analgésicos: los primeros 20.8% y los segundos 13.2%.
En Guadalajara, los medicamentos se elevaron 3.9%, la mayor alza en 18 años, desde la primera quincena de diciembre 2001, cuando entonces se incrementaron 5.9%.
En la Perla Tapatía, las medicinas que más subieron fueron los antibióticos, con 14.2%; seguido del material de curación, con 7.3%; medicamentos dermatológicos, con 3.9%, y analgésicos, con 2.5%.
En la capital de Aguascalientes, el precio de los medicamentos se elevó 2.5% y significó la mayor alza en nueve años (desde la segunda quincena de enero de 2011), mientras en Zacatecas aumentaron 2.6% y fue el incremento más pronunciado desde que hay registro en la entidad.
La Ciudad de México y su Área Metropolitana fue la tercera zona del país donde más subieron los analgésicos, 4.7% que representó el incremento más pronunciado en casi 11 años, desde la primera quincena de marzo de 2009.
En Tlaxcala destaca el repunte de 19.1% en el material de curación, la mayor alza desde finales del siglo pasado, cuando su precio se disparó 25% a inicios de octubre de 1999.
El Inegi cotizó precios en 55 ciudades y áreas metropolitanas distribuidas a lo largo y ancho del territorio nacional, 35 de las cuales registraron aumentos de los medicamentos en la primera quincena de enero, en 19 hubo disminuciones y en una localidad la variación fue nula.
Hay diversos hechos que están detrás del mayor precio en los medicamentos, pero el desabasto en los hospitales públicos hace que la crisis sea un poco más grave, opina Jesús Granados, presidente del sector industrial médico de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación (Canacintra).
Al no recibir la atención, la población que se atiende en los hospitales del gobierno tiene que comprar sus medicamentos en una farmacia o compañía privada y, por lo tanto, se ve expuesta al aumento de precios, explica el empresario.
“Recordemos que las empresas farmacéuticas son libres de poner el precio que ellos quieren, con base en la oferta y demanda. Quien tiene una problemática urgente debe comprar el medicamento donde primeramente llega y al precio que sea” – Jesús Granados.
Desde su perspectiva, si bien los medicamentos tienden a subir de precio a principios de año, por la temporada de frío que afecta principalmente a las vías respiratorias, “estos aumentos ya son muy altos y habría que ver los elementos que justifican este ajuste tan elevado”.
Granados explica que los incrementos reportados en el salario mínimo, en las gasolinas, en el peaje, en las rentas y en los seguros de transporte por los problemas de inseguridad, han elevado los costos de las empresas para fabricar medicamentos y llevarlos al consumidor final, los cuales están asociados al precio del producto. “Todo suma, son varios factores”.