El presente año será muy vulnerable a la ocurrencia de incendios forestales, por lo que la Comisión Nacional Forestal (Conafor) realizará una importante campaña de prevención ya que el 97 por ciento de los casos son provocados por la actividad humana, a diferencia de otros países, donde los incendios comienzan por descargas de rayos o por aspectos climáticos.
Los estados históricamente más vulnerables son: Chiapas, Chihuahua, Durango, Guerrero, Jalisco, Michoacán, Oaxaca y Puebla, por lo que la dependencia ha dispuesto de tres mil brigadas distribuidas en el ámbito nacional para atender los siniestros, señaló Eduardo Cruz, gerente de Manejo de Fuego de la Conafor.
El experto agregó que las temporadas de incendios van a ser cada vez más amplias, por la sequía que aumenta en diversas partes del país y propician que los fuegos se propaguen. “Durante todo el año pasado hubo siniestros, en el lustro reciente ha cambiado la temperatura en el planeta y el país se ha afectado también”, explicó.
En 2019 la superficie dañada por siniestro de fuego ha sido la más alta, con 85.52 hectáreas en promedio; 2017 es el segundo año, con 81 hectáreas, las mayores desde 1998. En total, el año pasado hubo siete mil 410 incendios que afectaron 633 mil hectáreas, el cuarto año por superficie quemada.
El funcionario dijo que se trabaja con gobiernos municipales y propietarios de tierras de cultivo en busca de estrategias que permitan reducir las quemas por descuidos y negligencia en el uso del fuego.
Recordó que en 2019 la Conafor contó con 153.6 millones de pesos en el programa de incendios, en 2018 fueron 212.9 millones de pesos. Agregó que a fin de este mes se espera tener las reglas de operación del programa de Brigadas Rurales para fortalecer las que ya existen y hacer frente a los siniestros.
Un dato importante es que 40 por ciento de las conflagraciones surgen en tierras agrícolas que colindan con zonas forestales, así como en valles donde se queman pastos para tener forraje para el ganado y el fuego se propaga a los bosques.
“Generalmente en Semana Santa se elevan los casos por descuidos de los visitantes con fogatas y cigarros que no extinguen adecuadamente en áreas boscosas. Abril y mayo es el periodo en que se preparan terrenos agrícolas que se limpian con fuego para la siembra, antes del periodo de lluvias, muchas de esas quemas se propagan”, agregó.
Por su parte, Enrique Jardel, miembro del Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible e investigador de la Universidad de Guadalajara, coincidió en que si bien el clima es el principal determinante de los riesgos de incendios, son importantes las condiciones del complejo de combustibles, vegetación y hojarasca, así como las actividades humanas en el territorio.
Con información de Revista Teorema Ambiental