El gobierno de Sonora informó que la administración federal ya finiquitó un pago de 511 millones de pesos para adquirir el exrecinto de los Naranjeros de Hermosillo.
El gobierno de la República finiquitó el proceso de adquisición del Estadio Héctor Espino, que era propiedad del estado de Sonora, a través de una transacción de 511 millones 690 mil pesos, informó Raúl Navarro Gallergos, secretario de Hacienda de la entidad. La gestión, consumada en plena emergencia sanitaria nacional por el coronavirus y en medio de polémicas por la distribución de presupuesto a la salud pública, supone un incentivo a una de las consignas centrales de la administración federal en política deportiva, apoyar el desarrollo del béisbol en el país, y tendrá, en teoría, repercusiones benéficas para la población local en materia sanitaria.
Navarro Gallegos aseguró que 311 millones 690 mil pesos del pago total que realizó el gobierno federal serán canalizados al sector salud sonorense en atención de la contingencia causada por el COVID-19: los recursos se utilizarán, específicamente, para mejorar la infraestructura hospitalaria y adquirir materiales médicos e insumos. Según datos de la Secretaría de Salud federal, divulgadas por el subsecretario Hugo López-Gatell en su conferencia de prensa del día miércoles, 15 de abril, Sonora había reportado 78 caos confirmados de infectados por coronavirus. Del ingreso sobrante, 144 MDP caerán al Fondo de Pensiones del Issteson y 60 MDP se añadirán al presupuesto de la Secretaría de Seguridad Pública local.
En agosto de 2019, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, reveló que la Secretaría de Hacienda, bajo el cargo de Arturo Herrera, liberaría 1,057 millones de pesos a través de Banobras para rescatar dos recintos beisboleros sonoresnes en abandono: el mismo Estadio Héctor Espino, exhogar de los Naranjeros de Hermosillo, y el Estadio Tomás Oroz Gaytán, utilizado por los Yaquis de Ciudad Obregón hasta 2016.
El recinto hermosillense no tiene actividad deportiva desde 2016, año en el que quedó en desuso. El descuido progresivo forzó al gobierno local a vender el inmueble que, presumiblemente, será utilizado como sede de las academias de béisbol impulsadas por la administración federal a través del programa ProBeis.
Con información de Diario AS