Este domingo, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio el banderazo de inicio a las obras de la refinería Dos Bocas sin la autorización de impacto ambiental requerida por las leyes de Equilibrio Ecológico y Desarrollo Forestal Sustentable.
La secretaria de Energía, Rocío Nahle, ni siquiera ha tramitado el ingreso de la Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto, que debe ponerse a consideración de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) previo al comienzo de obras y que debe publicarse en la Gaceta Ecológica de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) para conocimiento de la sociedad.
“No pueden seguir engañando al presidente López Obrador. Quienes le digan que sí hay autorización en materia de impacto ambiental, le mienten. Iniciar la construcción de la refinería en estos días implicaría violar la legislación ambiental, el estado de derecho y los derechos humanos. El mandatario ha dicho que nada ni nadie por encima de la ley”, expresaron el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda) y la organización ambientalista Greenpeace.
Dos Bocas, uno de los principales proyectos de infraestructura del gobierno federal para aumentar la capacidad de refinación de petróleo y disminuir la dependencia de las importaciones de combustibles, cuenta hasta la fecha con una autorización para realizar obras de dragado para la ampliación del puerto, pero no así para la construcción y equipamiento de una refinería, que de acuerdo con la legislación actual, producto de la reforma energética de 2013, obliga a cualquier interesado en proyectos del sector hidrocarburos solicitar ante la ASEA.
Incluso si el gobierno federal llegara a presentar la MIA en estos días, el plazo mínimo para dictaminar es de 60 días hábiles, explicó el director general de la ASEA, Luis Vera, el pasado 15 de mayo, cuando dejó claro que sin una autorización de impacto ambiental no pueden empezar a construir la refinería. En su caso, el gobierno federal será acreedor a multas que van desde los 5 a los 60 millones de pesos, según lo marca la ley de la agencia, dependiendo de la disposición que violen.
Ante tal quebranto de la legislación, el director del Cemda, Gustavo Alanís, adelantó que ya alista la presentación de demandas ante las instancias ambientales, pero también en tribunales, ya que desde diciembre pasado Rocío Nahle ha minimizado la presentación de la MIA, pues la ASEA incluso multó con 40 millones de dólares y ordenó reforestar a la empresa que desmontó 80 hectáreas de manglar del sitio para tal proyecto.
Sólo pueden ampliar el puerto
El Cemda y Greenpeace reiteraron que lo único existente es una autorización de modificaciones al “Proyecto de Ampliación del Puerto de Dos Bocas, Paraíso, Tabasco” para realizar obras de dragado. Recordaron que en octubre de 2015, la Dirección General de Impacto y Riesgo Ambiental (Dgira) de la Semarnat evaluó una MIA regional para ampliar el puerto, promovida por la Administración Portuaria Integral de Dos Bocas, con lo que autorizaron la reparación y prolongación del rompeolas, construcción de un muelle petrolero, obras de dragado, zonas de tiro en el mar, entre otras, pero “en ella nunca se contempló o se consideró la construcción de una refinería”.
Fue hasta el pasado 24 de mayo, que la misma Administración Portuaria solicitó a la Dgira llevar a cabo cambios al proyecto, que consisten en el aumento de la profundidad y de la superficie del dragado de la construcción de la dársena comercial e industrial. De tal forma, el 30 de mayo, la dirección autorizó tal modificación solicitada, pero no aval alguno para construir una refinería, por lo que “Pemex y la Secretaría de Energía no pueden utilizar este resolutivo de impacto ambiental para realizar la obra”, señalaron Cemda y Greenpeace.
Con información de Milenio