Entre enero de 2007 y marzo de 2018, las autoridades de Jalisco se deshicieron de 893 cuerpos, sin haberlos identificado previamente.
De 2007 a 2009, los servicios forenses del estado preservaron al menos 760 cuerpos sin identificar, más de la mitad de esos cuerpos (413 cadáveres) fueron incinerados.
Según el reporte oficial IJCF/UT/268/2018, emitido por el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses en abril pasado, los restantes 347 cuerpos no identificados se guardaron los siguientes años. Pero sino se cremaron y tampoco fueron enviados a la fosa común, entonces, ¿dónde quedaron?
La respuesta vino cinco meses después de emitido el informe oficial del Instituto Jalisciense, el 13 de septiembre pasado, cuando por denuncias vecinales fueron descubiertos dos tráileres refrigerantes (uno de ellos abandonado en un lote baldío), en los que el gobierno estatal almacenaba más de 300 cuerpos no identificados.
De acuerdo con los reportes emitidos por el SEMEFO, el número de cuerpos ha incrementado año con año desde el 2007, evidenciado así la crisis de violencia por la que atraviesa la entidad.
No obstante, la cifra de cuerpos sin identificar en los últimos 12 años, podría ser aún mayor a los 760 cadáveres preservados en fosas comunes, contenedores refrigerantes o incinerados, ya que de acuerdo al reporte oficial del Instituto Jaliscience de Ciencias Forenses, en el lapso señalado (2007-2018) “un aproximado de 40 cadáveres anuales” han sido “donados a escuelas de medicina”.
Eso quiere decir que, a los 413 cuerpos no identificados incinerados por las autoridades, habría que sumar otros 480 cuerpos (en promedio) que se perdieron tras ser donados a escuelas de medicina para la realización de prácticas estudiantiles.
Lo que nos da una suma de casi 900 cuerpos que fueron eliminados por las autoridades.
Los desaparecidos de México
Del año 2007 al 2009, las autoridades de Jalisco incineraron 413 cadáveres antes de poder identificar a las víctimas.
Entre 2007 y 2018, en Jalisco se ha denunciado formalmente la desaparición de 3 mil 387 personas.
De los 444 restos que se encontraban en los tráileres refrigerantes, en bolsas y apilados uno sobre otro, sólo a 60 se les tomó muestra genética para intentar identificarlos a partir de la base de datos de personas desaparecidas.
Desde el año 2013, la República Mexicana cuenta con un sistema digitalizado que permite comparar los registros de cuerpos no identificados, con los reportes de personas desaparecidas en cualquier lugar del país, con el objetivo de identificar cadáveres, y encontrar personas no localizadas que perdieron la vida.
En abril de 2018, la Procuraduría General de la República informó que el estado de Jalisco (junto con otras 28 entidades del país) no ha ingresado ningún perfil genético de cuerpos no identificados en esta base de datos nacional, a pesar de que han transcurrido cinco años de su puesta en funcionamiento.
La omisión en el adecuado manejo de cuerpos no identificados, y en el procesamiento de su información genética con fines de identificación, no es exclusiva del estado de Jalisco.
Aunque se tiene registro de que en México han sido recuperados cerca de 35 mil cuerpos no identificados en los últimos años (cifra difundida este año por la Secretaría de Gobernación), sólo se han ingresado muestra genética a 556 cadáveres a la base de datos denominada Ante Mortem/Post Mortem (AM/PM).
La mayoría de esas muestras (396) fueron tomadas directamente por la autoridad federal, y no por las autoridades de los estados donde fueron encontrados esos cuerpos.
De hecho, aunque en el sistema AM-PM han ingresado muestras genéticas tres entidades, las cifras son ridículas: Veracruz sólo ha ingresado la muestra de un cadáver; Guerrero ha ingresado 31 muestras, y Michoacán 128.
El resto de los gobiernos estatales lleva cinco años sin emplear este sistema, proporcionado por la Cruz Roja Internacional, ante la crisis de desapariciones forzadas que atraviesa México.
Esto representa una opinión del medio basado en información de Animal Político