Al ofrecer el informe “El Pulso de la Salud”, Hugo López-Gatell Ramírez, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, habló sobre el fenómenos de los intermediarios en el sector salud, de los cuales dijo “perturban relaciones sociales entre proveedores privados y el sector público como comprador mayoritario en los insumos de salud”.
El subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud reveló que de 2013 a 2018 se utilizaron recursos hasta por 257 mil millones de pesos para comprar insumos médicos a empresas distribuidoras.
Durante la conferencia matutina de este martes, citó el caso del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, el cual recibió una visita sorpresa de supervisión el pasado 7 de febrero. Al lugar acudieron los titulares de la secretarías de Salud, Jorge Alcocer; de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, y el comisionado coordinador de Institutos Nacionales de Salud y Hospitales de Alta Especialidad, Gustavo Reyes Terán.
La inspección se realizó por los antecedentes de quejas que había realizado personal médico y de enfermería por falta de insumos y cierres parciales.
López-Gatell refirió que los funcionarios públicos pudieron hablar de manera directa con los trabajadores de dicho espacio y se constató que en efecto había falta de medicamentos y falta de material de curación y otros insumos para atención médica y quirúrgica.
Lo anterior, apuntó, da paso para eliminar dos mitos que se tienen en la población en general: que el desabasto es culpa del gobierno y que la escasez es por recortes presupuestales.
Aclaró que en el caso del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía, este tiene un contrato vigente que cubre hasta noviembre de 2020 y reiteró que es falso que se hayan hecho recortes a los institutos nacionales de salud pues de hecho para este año tuvieron incrementos de 5 al 7 por ciento, y que en el caso específico de este, había sido de 12%.
“No es por falta de presupuesto, el dinero existe. No es por falta o indisposición del gobierno que no tengan insumos, dado que tienen contratos con entidades intermediarias de la provisión de los insumos”, manifestó.
Desde Palacio Nacional también explicó las diferencias que existen en la manera en que se compraban antes los insumos y lo que se ha hecho en la actual administración.
Antes, dijo, se hacía a través de distribuidores que controlaban el mercado porque tenían cartas de exclusividad con un amplio conjunto de proveedores. “Las empresas llamadas distribuidoras a su vez subcontrataban empresas de distribución, nacionales e internacional; en realidad eran empresas intermediarias”.
“En el gobierno existían catálogos de medicamentos e insumos diferentes para cada institución, por lo tanto la calidad de la atención variaba para la población asegurada y la que no”, expuso.
Reveló que de 2013 a 2018 se utilizaron recursos hasta por 257 mil millones de pesos para comprar insumos médicos y que las empresas que progresivamente fueron concentrando el mercado fueron: Dimesa-PISA, Fármacos Especializados, Comercializadora de Productos Internacionales, Maypo, otros 6 distribuidores.
Ahora, expresó, “se compra a fabricantes, a laboratorios titulares, dueños de los registros sanitarios y no necesitamos intermediarios ni condicionamientos comerciales porque tenemos un diálogo directo con empresas farmacéuticas”.
Adicional a esto, señaló que tienen otras tres estrategias:
-Compra consolidada instaurada desde abril de 2019 que ha permitido tener mejores productos
-Adquisición de insumos en el mercado global. Sobre esto aclaró que no se trata de productos pirata, sino del reconocimiento mutuo de la competencia en regulación sanitaria
-Acuerdo con la industria nacional para el abasto inmediato de productos
Con información de Aristegui Noticias
