Este año se espera que se importen al país más de 700 mil árboles de navidad provenientes de Estados Unidos y Canadá, lo que representaría un incremento cercano al 5% en comparación al año pasado.
Pero también se espera que este año haya más devoluciones de estas especies por provenir contaminadas con plagas.
La Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) informó que del 4 al 22 de noviembre se han verificado 376 mil 320 árboles de navidad en los puntos de inspección ubicados en Mexicali y Tijuana en Baja California; en Nogales y San Luis Río Colorado en Sonora; Reynosa y Nuevo Laredo en Tamaulipas y en Colombia, Nuevo León.
De acuerdo con la dependencia durante este periodo se han regresado cuatro mil 228 árboles por detectar la presencia de plagas.
Mientras tanto en la zona metropolitana de Guadalajara los vendedores de árboles de navidad en los tianguis navideños esperan que la temporada de venta culmine hasta el próximo 16 de diciembre.
Cambio climático merma las producción de árboles de Navidad
Al igual que otros cultivos, la oferta y demanda de los abetos nobles y Frasier, los más populares para árboles navideños, están sujetos a factores como heladas, o los huracanes e incendios forestales que este año han afectado a las granjas de Carolina del Norte y California, estados que albergan a algunas de las grandes distribuidoras del país.
“Esta navidad en Oregón hay menos abetos por las cosechas pasadas, que no fueron exitosas, y porque el estado abastecerá a California y otros para paliar la escasez debido a huracanes e incendios”, dijo a Efe Shae Galloway, un trabajador de la granja Cornell Farm, en Portland.
Ante la disminución del suministro, Oregón, que con Carolina del Norte abastecen más de la mitad de la producción nacional, ha tomado este año protagonismo en la distribución.
Según Chal Landgren, profesor de la Universidad Estatal de Oregón y además propietario de una granja de árboles de navidad, este estado del noreste del país “produce 5.2 millones de árboles de navidad cada año” y ello lo convierte en “el mayor productor en Estados Unidos”.
Los vaivenes en la demanda se registran desde hace algunos años y los expertos barajan algunas hipótesis.
La Asociación de Árboles de Navidad del Pacífico Noroeste, que incluye a Oregón, afirma que el cambio climático no favorece el crecimiento de árboles de calidad, y al mismo tiempo el auge de los arboles de plástico han supuesto que muchos pequeños productores cerraran sus negocios en los últimos años.
Larry Davis, un vecino de Portland que compra sus abetos en una tienda local de la franquicia Home Depot, la cual por lo demás se ve menos afectadas por esta disminución de la oferta, defendió que “es importante que el abeto sea natural”, por su olor “que impregna toda la casa” todo el mes, “si el árbol es bueno”.
“Un árbol de plástico para nuestra cultura sería triste, pero hay mucha gente que empieza a optar por ellos debido a los precios”, reconoció.
No son pocos los comerciantes de Oregón que han visto este año un aumento de precios, consecuencia de la reducida oferta, y es que tras la Gran Recesión de 2008 los granjeros plantaron menos árboles para ahorrar dinero y una década después no hay tantos disponibles, ya que éstos necesitan crecer entre unos ocho y diez años hasta alcanzar el tamaño óptimo para la venta.
“Se ha notado la subida de precios ya que el abeto que costaba 90 dólares la navidad pasada, cuesta unos 135 dólares, pero aún así, los clientes siguen apostando por los abetos nobles que son los más bonitos y más caros”, señaló Galloway.
Con información de El Informador