Forense evidencía excesivo incremento de violencia, reportan colapso en morgues del país  

El primer semestre del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador cierra como el más violento registrado en México: 17 mil 500 personas asesinadas.

Los datos actualizados del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) arrojan un promedio diario de 96 casos diarios.

En los primeros seis meses de gobierno del presidente Vicente Fox la tasa fue de 7.12 casos de homicidio doloso por cada cien mil habitantes; en el primer semestre de Felipe Calderón el balance fue de 4.89 averiguaciones; en el primer semestre del gobierno de Enrique Peña Nieto el registro fue de 8.01 casos; mientras que en el los primeros seis meses del actual sexenio la tasa es de 11.51 casos.

Respecto a los tres sexenios pasados, el de López Obrador es el que registra más homicidios, prueba de ello es la sobre saturación de cadáveres en las morgues mexicanas. 

Ya no caben más cuerpos

La Subsecretaría de Derechos Humanos realizó una evaluación sobre la situación en que se encuentran los Servicios Médicos Forenses (Semefos) y Servicios Periciales del país. 

Con 263 anfiteatros en todo México, solo hay capacidad para almacenar 5 mil 171 cadáveres; sin embargo, tan sólo en los tres días en que se hizo el estudio, la Subsecretaría detectó que en los Semefos había 8 mil 116 cuerpos, es decir, casi 3 mil cuerpos de más, acumulados de manera inadecuada. 

Aunado a la situación se encuentra la falta de servicios básicos como agua, escasez de personal especializado e instrumentos prestados que retrasan las labores para procesar los cuerpos. 

La problemática se hizo evidente en septiembre del año pasado, cuando se reveló que el Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses mantenía 322 cuerpos en dos tráileres, pues los 122 espacios de sus cámaras frigoríficas ya estaban ocupados.

Funcionarios de la institución narraron al periódico Reforma que la situación era peor, pues además de los cadáveres en los tráileres, había al menos veinte más tirados en el suelo del Instituto, algunos apilados sobre otros.

El aumento exponencial de asesinatos en este sexenio no ha hecho más que agravar la ya de por sí precaria situación que se vive dentro de los anfiteatros. 

El diagnóstico de la subsecretaría también señala que no existe claridad de que a todos los fallecidos se les haya practicado la necropsia de ley, esto de acuerdo con sus certificados de defunción.

Pero no sólo eso, sino que, en algunas entidades como el Estado de México, los procedimientos son tan irregulares que pierden lo que llaman la “trazabilidad” de los cuerpos que fueron inhumados en fosas comunes, por lo que cuando se ha querido corroborar la identidad de uno en particular las autoridades han tenido que admitir internamente que desconocen su ubicación.

Muertos sin identificar 

“Se habla de que hay 26 mil cuerpos sin identificar, pero son muchos más, no podemos saber con exactitud cuántos, pero sí son muchos más”, comentó en anonimato un funcionario, por no tener autorización para hablar al respecto.

Karla Quintana, titular de la Comisión Nacional de Búsqueda de Personas destacó que actualmente hay un déficit de antropólogos y arqueólogos forenses, por lo que el tratamiento de los cuerpos y sus expedientes quedan incompletos. 

Con información de Reforma

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Author: fisgonpoliticojal

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