Cerca de mil migrantes centroamericanos de una nueva caravana fueron recibidos por agentes del Instituto Nacional de Migración (INM) este jueves en la aduana del puente fronterizo que une a Suchiate, México y Tecún Umán, Guatemala.
A diferencia de los primeros contingentes de la caravana migrante, en el puente fronterizo no había obstáculos como las altas vallas metálicas, ni antimotines federales que fueron observados en ocasiones anteriores. Por el contrario, los agentes del INM pidieron a los migrantes formarse en orden para colocarles una pulsera que facilitará sus procesos en el país.
Hasta obtener la “tarjeta de visitante por razones humanitarias”, los migrantes pueden esperar en un albergue habilitado en Suchiate o en Tapachula y deberán portar un brazalete con sus datos personales para que puedan entrar y salir en esta frontera.
Además de facilitar sus trámites, la pulsera les permite acceder a comida y atención médica en los módulos instalados en ambos lados de la frontera.
Según instruyó el presidente Andrés Manuel López Obrador, esta tarjeta tendrá una vigencia de un año.
“México ha decidido entregarles a todos los migrantes la tarjeta de visitante por razones humanitarias; con esta tarjeta podrán transitar por el país y obtener trabajo en México”, explicó Héctor Hugo Alemán Pacheco, de la Dirección de Resoluciones Migratorias.
Por su parte, entre aplausos, los migrantes corearon “¡Obrador!”, “¡Obrador!”, “¡Obrador!”, esto tras recibir la noticia.
Se espera que para este fin de semana arriben otros tres mil centroamericanos.
Con información de Proceso