Desde la semana pasada, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes volvió a confinar la avenida al cruce con la Calle Pedro Moreno para conectar una línea del combustible bajo la superficie de la calle que acababa de ser colocada por la Secretaría de Infraestructura y Obra Pública estatal (SIOP) y destruyó el pavimento de Paseo Alcalde.
“Nosotros preguntamos, ¿por qué no la metieron cuando estaba todo destruido?, ¿por qué cuando ya estaba la mayor parte de la plazoleta del Paseo Alcalde?”, reprochó uno de los comerciantes de la zona.
Aunado a eso, los locatarios ignoran el riesgo de permanecer en el inmueble donde también se encuentra el Hotel One Guadalajara, que tiene daños estructurales agravados por la construcción de la estación Catedral de la L3 y que actualmente se encuentra apuntalado. A pesar del peligro que estas labores suponen, ninguna autoridad se ha acercado a dar recomendaciones ante el riesgo de colapso del edifico.
Además, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) debe emitir autorización para que pueda ser intervenido al estar catalogado como inmueble con valor artístico relevante, .
Ayer, la directora en Jalisco del organismo, Alicia García, señaló que como el edifico es propiedad de un particular es su responsabilidad solventarlo, por lo que deben presentar un proyecto acorde a la imagen urbana de los monumentos colindantes. Pero a la fecha no se ha presentado ninguna propuesta.
