“El trazo es imaginario (…) surgió como una idea que se va desarrollando”, reconoció a secretaria del Medio Ambiente del Gobierno de México, Josefa Blanco.
En una reunión de trabajo con la Comisión del Medio Ambiente, la funcionaria sostuvo que todavía no existe un proyecto ejecutivo de la obra, que ya fue sometida a consulta durante la etapa de transición gubernamental.
“No sabemos qué tipo de tren vamos a usar. No tenemos proyecto ejecutivo, de esto va a surgir una MIA (Manifestación de Impacto Ambiental), porque sería altamente irresponsable y deficiente. No tenemos la ruta siquiera y la ruta la determinarán los estudios que vamos a licitar”, respondió respecto a las preguntas de los legisladores acerca del daño ambiental que causará la obra.
“Sí va a haber un impacto ambiental, pero también oportunidad de reforestación, protección a la biodiversidad y si vamos a estar en el territorio, tenemos la obligación de cuidarlo más” sostuvo.
Sobre el daño a las reservas de Calakmul y Sian Ka’an por el paso del supuesto tren, dijo que dependerá de los estudios que se tienen pendientes por hacer, sin embargo aseguró que las reservas no se tocarán.
“En alguno de los trazos parece que entra, pero no va a entrar. Son trazos propuestos, a los que les falta estudio. Hay mil sitios arqueológicos en el trazo, la preocupación es también mía, el tren no pasa, no toca, no roza, definitivamente no. No lo permitiría”, declaró.
Josefa Blanco expresó ante los diputados que los estudios de impacto se harán y también se convocará a una consulta libre e informada de las comunidades indígenas por donde cruzaría el tren.
Finalmente se le preguntó por el daño ecológico causado en el terreno que ocupará la refinería de Dos Bocas, Tabasco.
“A ver, hija”, le dijo a las diputadas que le preguntaban. “Sí, es cierto el desmonte, no es cierto que sea selva baja. No había selva baja, era vegetación secundaria, había cocos, papayas, ya había sido utilizado y desmontado hace más de 25 años”, cerró.
Con información de La Jornada