Acusan al Secretario General de Gobierno Roberto López Lara de operar una red dedicada al despojo de predios, falsificando escrituras y ordenando cateos con la ayuda de funcionarios, así lo expuso Fidel Kosonoy Ayala quien es representante de Orientación Política Grano de Arena, A. C.
Esta asociación fue beneficiada con la posesión de una casa que le fue decomisada a los hermanos Arellano Félix, la Procuraduría General de la República (PGR) acordó que la organización podría usar la propiedad, pagando el mantenimiento del inmueble.
La propiedad ubicada en Lechuga 1333, en Bosques de la Victoria en Guadalajara fue cateada por órdenes del Juez Horacio Vega Pámanes, hermano del ex presidente del Supremo Tribunal de Justicia que fue separado de su cargo por antecedentes penales.
Fidel Kosonoy Ayala acusa al Juez de pertenecer a una red de corrupción operada por Roberto López Lara para despojar propiedades con escrituras falsas.
Oscuro pasado
Roberto López Lara, el secretario general de Gobierno de Jalisco, presuntamente tiene familiares y amigos involucrados con el crimen organizado, según consta en averiguaciones previas de la Fiscalía General del Estado (FGE).
En el 2011, cuando fungía como secretario del ayuntamiento de Guadalajara su hermano, Carlos López, fue asesinado. Carlos participaba con los hermanos Duarte en presuntos negocios ilícitos.
José Luis Duarte Reyes, alias “Tony Duarte”, ligado al cártel de Sinaloa y al robo de autos, también fue asesinado en Puerto Vallarta ese mismo año.
Mientras que su hermano, Juan Jorge Duarte Reyes, fue detenido en 2003, cuando la SIEDO le aseguró un cargamento de tres toneladas de precursores químicos para elaborar drogas sintéticas, según consta en la averiguación previa PGR/SIEDO/UEIDCS/084/2003.
Los hermanos Duarte, refieren las investigaciones federales, fueron importantes en el financiamiento de la campaña de Aristóteles Sandoval a la presidencia municipal de Guadalajara.
Los hermanos Duarte tenían en Guadalajara concesiones para operar estacionamientos públicos y bares que manejaban con la protección de Roberto López Lara.
A Carlos lo ejecutaron de un balazo en la nuca con un arma 9 milímetros afuera de los departamentos Julio César, en la calle William Shakespeare de la colonia Patria Universidad, en Zapopan.
Según el acta 221/2011, entre sus pertenencias se encontraron 24 mil pesos y 210 dólares. El mismo día fue ejecutado su empleado, el pasante en derecho Hans Salvador Jurado Velasco, hijo del funcionario de la Universidad de Guadalajara Hans Jurado Parres.
El 30 de agosto de 2012 otro familiar de Roberto López fue asesinado cuando salía de su casa, en la calle Administradores 5349, colonia Arcos de Guadalupe. Se trataba de Leonel López Huerta, el hijo de Carlos.
Negro pasado
Roberto López Lara creció en una familia humilde, vivió en la colonia La Experiencia y algunos priistas que convivieron con él señalan que “tiene la obsesión por borrar ese pasado” y lo describen como “acomplejado”. De hecho, uno de sus contemporáneos dice que se hizo operaciones en el rostro: “Tiene la misma inclinación que el jugador de futbol Ronaldo, que se hace ajustes estéticos de manera constante (trastorno dismórfico corporal). Está transformadísimo”.
En cuanto a su capacidad como litigante, otro de los consultados indicó que en los juicios se caracterizó por “ser transa; sobornaba para sacar adelante los casos”.
Las fuentes añaden que cuando el PAN desplazó al PRI del gobierno del estado, López Lara tenía una camioneta Cherokee azul, pero al poco tiempo de trabajar en el ayuntamiento de Guadalajara, con Aristóteles Sandoval, compró una Toyota de lujo, con un valor aproximado de 800 mil pesos.
En el ámbito político, a Roberto López se le relaciona con el exgobernador Carlos Rivera Aceves, pues laboró como su secretario auxiliar y chofer.
Un priista que prefiere no publicar su nombre relata que “desde el principio se ocupó de los asuntos oscuros del entonces gobernador (Rivera Aceves) y después hizo lo mismo con Aristóteles. Con esto quiero decir que organizaba grupos de choque, se ocupaba de los asuntos de corrupción y recibía maletas de dinero, y daba ciertas libertades a bandas que se dedicaban al robo de autos”.
Además, se le considera el operador de Aristóteles Sandoval en asuntos relacionados con el Poder Judicial, y en 2003 se encargó de la impugnación que promovió Jorge Arana contra la elección en la alcaldía de Guadalajara (ganada por el panista Emilio González).
En diciembre de 2011 Aristóteles Sandoval le encomendó enfrentar la problemática de los comerciantes ambulantes en el primer cuadro de la ciudad, pero en lugar de resolverla consiguió incrementar en 155% el número de vendedores informales, al pasar de 406 en 2010 a mil 31 en 2012.
La presencia de los comerciantes ambulantes ligados al PRI en el primer cuadro de la ciudad fue una violación permanente y flagrante al reglamento municipal, pero benefició a Sandoval Díaz con el pago de cuotas y apoyo electoral.
Al respecto, José Armando Solís Rodríguez, entonces supervisor del área municipal de Inspección y Vigilancia, señaló que algunos inspectores cobraban mordidas por permitir que los comerciantes informales se instalaran en zonas prohibidas, sobre todo en la zona centro y en calles peatonales.
Solís comentó que uno de sus compañeros le platicó que “el dinero de las mordidas iba a dar a El Chino López”.
Al preguntarle por el monto de esas operaciones, respondió: “Me hablaban de cantidades enormes en mordidas mensualmente… De cada zona llegan hasta 400 mil pesos, pero a mí esto no me consta”.
Opresor
El 14 de diciembre de 2011, cuando los vecinos de las colonias Americana y Lafayette se manifestaron de manera pacífica en el pleno del ayuntamiento tapatío contra los cambios al plan parcial de desarrollo, un grupo afín al PRI los golpeó en presencia de los regidores, los medios de comunicación y la policía, sin que ésta frenara la agresión.
Varios asesores de ediles de oposición señalaron que el grupo de choque respondía al entonces secretario general del ayuntamiento, Roberto López Lara. La regidora panista Vanesa Pérez Rubí señaló eso mismo desde el pleno. Además, los reporteros observaron que unos golpeadores se comunicaron con personal de López Lara después de las agresiones y que otros se ocultaron en la oficina del funcionario.
De tal palo tal astilla
En 2015, su hijo, Roberto López Rivera, mejor conocido como “La Parca”, arremetió con pistola en mano contra un joven de 20 años en los baños de una marisquería de Zapopan, porque éste presuntamente se atrevió a ayudar a su exnovia.
El hijo de López Lara encañonó con la pistola a Sergio Miguel Martín Castellanos y comenzó a golpearlo en los baños del negocio.
La agresión le provocó al joven una herida de cuatro centímetros cerca de la sien, por lo que tuvo que ser trasladado a un puesto de socorro, donde lo atendió personal de la Cruz Verde de Zapopan.
Ese mismo año, también en una marisquería, fue testigo del asesinato de un supuesto amigo suyo.
En una sucursal del Bar “Cocos Locos”, de la Estancia, en Zapopan, unos sujetos que se encontraban en el lugar abrieron fuego en contra de uno de sus amigos que quedó en un charco de sangre en el lugar.
Luego de haber negado la presencia de su hijo en el lugar, el secretario ofreció una rueda de prensa donde finalmente confirmó que sí había estado en el lugar, pues las cámaras de seguridad lo ubicaban al momento de lo ocurrido.
Nunca se supo nada de los responsables.
Amenazas públicas
En mayo de este año, se originó una movilización policíaca por la aparición de una manta en un puente peatonal que se ubica en la calzada Independencia, al cruce con Javier Mina.
El mensaje dirigido al gobernador Aristóteles Sandoval, pedía investigar al secretario general de Gobierno, Roberto López Lara; a su hijo y a un abogado por sus presuntos nexos con la delincuencia organizada.
En la lona se advertía: “Señor gobernador investiguen a Roberto López Lara alias ‘Chino López’, secretario general del gobierno, y al abogado Héctor Alahin Ordóñez y al hijo de Chino López alias ‘La Parca’ y sus nexos con la delincuencia organizada”.
Responsabilidad en “los trailers de la muerte”
Tras destaparse el escándalo de los “trailers de la muerte” que transportaban 444 cuerpos por calles de la Zona Metropolitana de Guadalajara, la sociedad y el ex director del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses responsabilizan al gobernador y al mismo Roberto López.
Fuentes cercanas al mismo, aseguran que el Secretario de Gobierno conocía la situación y permitió la compra de los contenedores que acumularon por más de dos años a los cuerpos sin identificar.
Esto representa una opinión del medio basado en información de Proceso, Paralelo Veinte, Página 24 Jalisco y Mural